jueves, 28 de junio de 2012

Las orquídeas permanecen mientras Conrad escribía "El negro del Narcissus"

Los sueños nos dicen al oído la lista de traiciones. Pero nosotros, habitantes en las esquinas dobladas de aquellos mapas de los que hablara Borges, permanecemos quietos, imperturbables o así, en la alta borda del Pequod. ¿Me puedes decir, ahora, años después, de qué color son tus sueños, princesa?

C2

martes, 26 de junio de 2012

Un petit jardin o el recuerdo de las gardenias imposibles y las rosas que fueron blancas

Y he recordado estas últimas líneas siempre recordadas del tiempo no recobrado: "El día de verano que descubría ella parecía tan muerto, tan inmemorial como una momia suntuosa y milenaria que ella despojaba cuidadosamente de toda su lencería antes de mostrarla embalsamada en su túnica de oro".

C2

sábado, 23 de junio de 2012

"La posesión del cuerpo en sus imágenes,/ imagineros de la posesión" (Gimferrer) o Le genou de claire.

Imposible resistirse a las rodillas, sobre todo si tienen algunas marcas o están un poco sucias, como si hubieran estado en juegos nocturnos o sumisiones de uso. Y así, ellas, las rodillas, son las últimas virtudes de los cuerpos ante la cacería, cruel, de los ojos. Disparamos?

C2

jueves, 14 de junio de 2012

Un barco fantasma navegando entre las olas, dijo Conrad. Y así a veces son las habitaciones oscuras, invadidas por la espuma de tu tiempo.



Antes de que todo empezara, ya sabíamos que esto sería una aproximación. Acercarse lentamente a aquello que podíamos ver, pero que estaba al otro lado de la calle. La belleza sólo alcanzable a través del puente del deseo. Escala que atravesamos con una corona en la mano y que, como en el relato de Kipling, nos lleva a la gloria de la muerte y el olvido. Allí, en el Old Bazar de Estambul, donde están nuestras queridas princesas vendiendo marfil y espuma de mar.

C2

martes, 12 de junio de 2012

Una conversación en la noche también es el otro paisaje de las palmeras, allí donde los oásis hablan de la felicidad.

Las palmeras, de repente, se transforman en símbolo. ¿Por qué han sido elegidas? Palmeras en Neguri, en Elche, en Murcia, en San Juan, en la Plaza Real, en Fuerteventura, en el Raval...Pero no, imposibles, en el Casar. Palmeras de juguete en la infancia; palmeras demasiado reales luego. Al fin, palmeras que cierran el círculo de lo que soñamos, de los fuegos artificiales de la vida.

C2

domingo, 10 de junio de 2012

El verano a veces se adelanta en la piel de las visitantes de las calles, allí donde nos dicen adiós las terrazas.


Alguien espera y nosotros sólo estamos observando, ni siquiera nos preguntamos por su nombre ni por su historia. Nada nos preguntamos en esa tarde. Nada hay que preguntarse. Porque la tarde y su viento de verano se acaban de llevar todas las preguntas demasiado lejos de nosotros. Así. No hay ninguna pregunta ni ninguna respuesta en el viento final.

C2

sábado, 9 de junio de 2012

Establecer una curva en el tiempo y en la carne, dijo, mientras llegaban los últimos invitados.

Madrid era un precipicio sobre la noche, y en la terraza de los ángeles sobre carros de guerra persas los recuerdos tocaban a las puertas de la cripta de los Capuchinos. Escuchamos sus títulos, mientras ellas se asomaban a los abismos del corazón. Después, vinieron los líquidos dulces y el humo de lo perdido para siempre.

C2

domingo, 3 de junio de 2012

En los laberintos de la noche hay pasillos blancos donde los dedos rompen la ropa y los ángeles humedecen las alas.

Las pieles tienen su propio mapa y sus juegos concisos. Allí, el deseo anida en los roquedales ocultos de la noche y los espejos retornan, una y otra vez, a ser mirados por las damas, buscando el último ajedrez donde ella se tapa la boca con la mano, en un gesto diminuto.

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viernes, 1 de junio de 2012

Siempre canta en la noche Dylan su canción "La chica del país del norte". Pero hay territorios, y tú lo sabes, que sólo pueden estar en el pasado del corazón.

"Dylan tomó parte en una sesión de grabación ebria con sus amigos Eric Von Schmidt y Richard Fariña. Estaban registrando un álbum en el sótano de la tienda de discos Dobell's y Bob se presentó con una caja de cervezas Guinness. Aquella noche, en el Troubadour, estaba tan borracho que casi se cae del escenario. Cuando volvió a encontrarse con Martin Carthy, Bob le dijo que había escrito una canción utlizando la melodía de ‘Scarborough Fair’, que Martin le había enseñado tiempo atrás. Se trataba de ‘Girl From The North Country’, que se incluiría en el disco The Freewheelin' Bob Dylan y que habría de convertirse en una de sus canciones más celebradas.

La canción ‘Girl From The North Country’ parece muy autobiográfica. El país del norte "donde los ríos se hielan cerca de la frontera" es presumiblemente Minnesota, y cabe preguntarse por la identidad de la chica sobre la que Bob cantaba. Echo Helstrom era, por supuesto, una chica del país del norte y Bob le dejó entrever que aquella canción estaba dedicada a ella. Pero, convencido de que las mujeres se sentían aduladas por el hecho de que les dedicasen canciones, Bob hizo que otra de sus novias del norte, Bonnie Beecher, llegara a la misma conclusión. Bonnie reconocío una alusión a "un abrigo tan cálido" como una referencia a un abrigo de cuello de piel que ella solía llevar durante la temporada en que ambos habían salido.

También resulta difícil imaginar que que mientras escribía la canción sus pensamientos no estuvieran puestos, al menos en parte, en Suze, por quien suspiraba desde el verano anterior. A pesar de sus temores a verse consumida por la celebridad de Bob, cuando Columbia necesitó una fotografía para la portada del nuevo álbum, Suze accedió a posar junto a Dylan. La imagen de Suze apoyada en el hombro de Bob mientras ambos avanzan con dificultad por las calles del Greenwich Village cubiertas de nieve bajo la pálida luz de una tarde invernal se convirtió en una de las portadas de discos más memorables de la década de los sesenta".

Extraído del texto "Bob Dylan, la biografía", escrito por Howard Sounes. Traducción  de Marta Aguilé. (De la Red).